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“Uno de nuestros juegos habituales”, señala Ricardo Piglia en el prólogo de este libro, “era hablar de la novela que Gerardo pensaba escribir y de la que tenía ya la primera frase: ‘En el final de aquel verano interminable…’. De a poco entendí que la novela de Gandini se concentraba –o se contentaba– en esa frase que repetía cada tanto. Era una novela conceptual, una práctica porteña de la literatura no empírica…”.
Gerardo Gandini no solo fue uno de los compositores, maestros y animadores más destacados e influyentes de la música argentina desde la década del sesenta, sino que fue un lúcido analista de la cultura de su tiempo. Las discusiones estéticas en la música contemporánea y su relación con otros géneros como el jazz o el rock, el agotamiento del modernismo, los “clásicos” de la vanguardia, el cosmopolitismo en la cultura argentina, la gestión cultural, la educación artística, el rol del arte en la sociedad o su constante relación con el cine y la literatura son algunos de los temas planteados en estos textos en un registro literario que apela tanto a la ironía como a la polémica abierta.
Gerardo Gandini (1936-2013) fue una figura clave en la escena de la música contemporánea argentina desde los años sesenta. Formado con Alberto Ginastera, Pía Sebastiani y Goffredo Petrassi, fue becado y distinguido en múltiples ocasiones; sus obras, comisionadas por ensambles, orquestas y festivales nacionales e internacionales. Dictó clases en universidades argentinas y del exterior y en espacios como el Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales (CLAEM) del Instituto Di Tella, los Cursos Latinoamericanos de Música
Contemporánea, o la editorial Melos. Gandini practicó la divulgación, con la presentación de comentarios previos a conciertos y escritos publicados en diversos medios periodísticos y culturales, al igual que la gestión, como coordinador de ciclos de conciertos en el Instituto Di Tella, el Instituto Goethe, la Fundación San Telmo, la Biblioteca Nacional, entre otros. Se desempeñó también como director musical del Teatro Colón de Buenos Aires y director de su Centro de Experimentación. Su actuación como compositor y pianista atravesó los campos de la música de concierto y popular: fue pianista de la Orquesta Sinfónica Nacional durante cuarenta años; formó un dúo de jazz con Hugo Pierre; integró el último sexteto de Astor Piazzolla; arregló y dirigió versiones orquestales de canciones de Fito Páez. Sus postangos son una expresión destacada de esos cruces.